lunes, 16 de marzo de 2009

Diferentes aproximaciones al control de contenidos

Las herramientas de control parental utilizan y combinan diferentes técnicas para el filtrado de contenidos que comentamos a continuación. Los métodos empleados y la facilidad de optimización por parte del usuario pueden variar mucho entre ellos.



Técnicas de filtrado:
Listas positivas y negativas: Listas de páginas Web a las que se permite acceder, listas blancas; o a las que se prohíbe el acceso, listas negras.
Las listas negras tienen como inconveniente que dado la rapidez con la que se añaden nuevas páginas a la Web es casi imposible tenerlas actualizadas instantaneamente. Además algunas páginas utilizan trucos como codificar la URL para que no coincidan con las de las listas saltandose asi la protección.

Por ello son más utilizadas por los fabricantes de herramientas las listas blancas que garantizan contenidos apropiados, aunque limitan sustancialmente el número de páginas que visitar.

Es importante para los padres conocer el criterio de bloqueo utilizado por el creador de la lista. Hemos de confiar en él y sus criterios pueden no coincidir con los nuestros, siendo muy permisivos o bloqueando en exceso las páginas, perdiendo funcionalidad en la navegación. Algunas aplicaciones permiten al usuario incluir y/o quitar direcciones a su antojo para así completar las listas.


Bloqueo de palabras clave: Bloqueo de páginas que contengan determinadas palabras relacionadas con contenido inapropiado, del tipo "porno", "sexo", "drogas"...

Este método bloquea palabras aisladas que no están en un contexto determinado, así que si solo confiamos en este procedimiento podremos bloquear páginas apropiadas por el simple hecho de contener alguna de estas palabras clave.


Bloqueo de aplicaciones: Herramientas que permiten bloquear la entrada o salida de información en ciertas aplicaciones y/o servicios como WWW, Mensajería instantanea, FTP, Correo electrónico, Chat...

Que decir tiene que bloqueando las aplicaciones impediremos un uso inapropiado de ellas, pero por las mismas impediremos cualquier forma de uso apropiada para el menor. Algunas herramientas permiten filtrar únicamente datos especificos que salen del ordenador hacia Internet, los padres indican al programa que datos bloquear (apellidos, dirección, telefono, datos bancarios...) para que el menor ya sea accidentalmente o por desconocimiento no pueda suministrarlos a terceros.


Etiquetado de las páginas: Mediante un sistema de autoetiquetado de contenidos se indica a las herramientas de filtrado que bloquear y que no. La tecnología de etiquetado más popular y estandarizada es RDF, una terminología descriptiva por la que los mismos proveedores de contenidos indican mediante etiquetas que tipo de información está presente o ausente en sus sitios Web. De este modo los educadores pueden fácilmente configurar las herramientas de control para que solo se acceda a aquellas páginas marcadas con contenido no perjudicial para los menores.

ICRA (Internet Content Rating Association) y SafeSurf son dos de los principales sistemas de clasificación mediante etiquetas.

Lo positivo del autoetiquetado es que es estándar e independiente del idioma, muy optimizable, y además es el educador el que determina que tipos de contenidos bloquear y cuales no.

La problemática de esta iniciativa reside en concienciar a las creadores de contenido de la importancia de categorizar el tipo de material del Web. De ese cometido se encarga actualmente el proyecto Quatro (Garantía de Calidad y Descripción de Contenidos) que se desarrolla en el marco del programa europeo Safer Internet, y en el que participa la plataforma española IQUA (Agencia de Calidad de Internet).


Monitorización: Realizan una monitorización de las páginas visitadas por los menores para que los educadores puedan supervisar más tarde sus hábitos de navegación.

Estas herramientas pueden ser usadas con o sin el conocimiento de los usuarios del ordenador. Recomendamos a los padres comentar y discutir el uso de estas a los menores para que puedan aprender sobre un uso apropiado de Internet, confien en ellos y no puedan sentir más adelante el resentimiento de que han sido espiados por sus padres.


Control de tiempos: Limitan el tiempo que puede estar el menor conectado a Internet, permiten limitar por horas y días de la semana. Útil cuando no queramos que pasen mucho tiempo conectados o si queremos que solo se conecten en periodos en los que haya un adulto presente.

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