Los cibercriminales han iniciado un ataque para robar las cuentas bancarias de los usuarios de teléfonos móviles protegidos por sistemas de autentificación de dos factores. Para ello, los delincuentes están infectando los dispositivos con una modificación del troyano Zeus.
Muchas empresas y bancos han implementado un sistema de autentificación de dos factores para evitar que sus clientes sean víctimas de robo de identidad. Esto significa que sólo escribir la contraseña de una cuenta no es suficiente para acceder a ella, el usuario también debe escribir un código que el banco le envía mediante un mensaje SMS.
Los delincuentes infectan los teléfonos desprotegidos con métodos tradicionales, como enviando correos electrónicos infectados o difundiendo enlaces maliciosos.
El troyano muestra una ventana emergente en el aparato infectado, en la que pide al usuario que confirme su número de teléfono y el modelo de su teléfono móvil.
El cibercriminal utiliza estos datos para enviar un SMS malicioso al número de su víctima con un programa malicioso diseñado especialmente para su tipo de teléfono.
El mensaje pide al usuario que pulse en un enlace para descargar un nuevo “certificado de seguridad”, que en realidad es un programa malicioso que registra toda la actividad del teléfono del usuario, incluyendo los mensajes de texto que recibe.
Esto permite que el hacker obtenga la contraseña de la cuenta bancaria del usuario y además tenga acceso al código que el banco le envía mediante un mensaje de texto. Estos datos son suficientes para que el cibercriminal vacíe la cuenta de su víctima y llene sus bolsillos de dinero.
Muchas empresas y bancos han implementado un sistema de autentificación de dos factores para evitar que sus clientes sean víctimas de robo de identidad. Esto significa que sólo escribir la contraseña de una cuenta no es suficiente para acceder a ella, el usuario también debe escribir un código que el banco le envía mediante un mensaje SMS.
Los delincuentes infectan los teléfonos desprotegidos con métodos tradicionales, como enviando correos electrónicos infectados o difundiendo enlaces maliciosos.
El troyano muestra una ventana emergente en el aparato infectado, en la que pide al usuario que confirme su número de teléfono y el modelo de su teléfono móvil.
El cibercriminal utiliza estos datos para enviar un SMS malicioso al número de su víctima con un programa malicioso diseñado especialmente para su tipo de teléfono.
El mensaje pide al usuario que pulse en un enlace para descargar un nuevo “certificado de seguridad”, que en realidad es un programa malicioso que registra toda la actividad del teléfono del usuario, incluyendo los mensajes de texto que recibe.
Esto permite que el hacker obtenga la contraseña de la cuenta bancaria del usuario y además tenga acceso al código que el banco le envía mediante un mensaje de texto. Estos datos son suficientes para que el cibercriminal vacíe la cuenta de su víctima y llene sus bolsillos de dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario